Fotografía de bodas creativa: cómo evitar repetir siempre las mismas fotos

A veces me preguntan cómo hago para que las fotos no parezcan todas iguales. Después de tantas bodas, tantos preparativos y tantas chacras repetidas, parecería lógico caer en lo mismo. Pero no. Porque no existe una boda igual a otra. Y eso es lo primero que tengo claro cada vez que agarro la cámara.

No tengo rituales raros, pero sí pequeñas costumbres

La noche anterior a cada boda intento descansar bien, comer liviano, hidratarme y —por supuesto— dejar todo cargando: baterías, flashes, tarjetas. Es lo mínimo indispensable. No tengo un ritual místico, pero sí intento algo más: no mirar fotógrafos de bodas ese día. No por superstición, sino para no contaminarme con imágenes ajenas. No quiero ir condicionado por lo que vi en Instagram. Quiero llegar fresco.

¿Cómo mantener una fotografía de bodas creativa cuando las locaciones se repiten?

Sí, a veces volvemos a los mismos lugares. Y sí, hay espacios icónicos donde “todo el mundo” se saca la foto. Pero ojo: para la pareja es su primera vez ahí. Capaz eligieron esa chacra por esa puerta famosa que ya fotografié mil veces. Bueno, esa puerta también es parte de su historia. ¿La hago? Claro. ¿Y después? Busco otra cosa. Juego con luces, encuadres, reflejos, composición. Busco satisfacer mi parte creativa sin olvidarme de la parte emocional.

Estar presente, siempre

Nunca me sentí en piloto automático, y creo que tiene que ver con estar verdaderamente presente. En cuerpo y en cabeza. Cada boda es otra historia, otros protagonistas, otras dinámicas. Ser fotógrafo de bodas no es copiar y pegar esquemas. Es estar con los ojos abiertos, el corazón atento y la experiencia activada para anticiparse a lo que puede pasar.

Las parejas hacen la diferencia

No es lo mismo una pareja extrovertida, de esas que te dan momentos todo el tiempo, que una más reservada, donde los gestos aparecen de a poco. Hay que saber leer eso. Estar listo para lo inesperado. A veces la clave está en una mirada, en un roce mínimo, en una sonrisa que dura un segundo. Ahí es donde aparece la sensibilidad del fotógrafo.

Y también influye su historia: si se conocieron en determinado lugar, capaz hacemos la preboda ahí. Si la abuela tiene un rol muy importante en su vida, yo ya sé que voy a estar atento a ese vínculo durante la boda. Lo que traen ellos influye en cómo los retrato.

¿Cómo hacer algo nuevo en algo que se repite?

Es una mezcla de experiencia, presencia y ganas. En cada brindis, cada vals, cada ceremonia, hay algo distinto. Porque la emoción no se repite. Porque no hay dos abrazos iguales ni dos lágrimas que caigan igual. Y si bien a veces me toca documentar “el mismo momento”, es otro momento, con otra gente. No es lo mismo.

Lo que me inspira a seguir creando

Ser fotógrafo (y emprendedor) es una invitación permanente al crecimiento. No nos podemos dormir en lo que ya sabemos hacer. Por eso voy a talleres, sigo formándome, me inspiro en otras disciplinas. Cada boda me da la oportunidad de reinventarme un poco. Y eso es lo que me mantiene vivo en este camino.

Siempre busco que cada entrega tenga una mirada distinta, porque más allá del lugar o la estructura del evento, lo que hago es fotografía de bodas creativa, centrada en las personas y los vínculos.