¿Vale la pena hacer la preboda? Spoiler: Sí.
- Brian Ibarburu
- 14 may
- 3 Min. de lectura

INTRODUCCIÓN
Una pregunta que me hacen bastante seguido es si vale la pena hacer la sesión de preboda.La respuesta rápida es sí, y podría dejar el post por acá.Pero como no soy tan vago —y me parece importante que lo entiendan bien—, te cuento por qué.
Sé que al principio suena a “una cosa más para organizar”. Que si el tiempo, que si las fotos ya van a estar el día de la boda, que no sé posar, que no me gusta mi sonrisa. Todo eso lo escuché mil veces. Y justo por eso creo que la preboda es una de las mejores decisiones que pueden tomar antes del día de la boda.
¿Qué es realmente una sesión de preboda?
No es una producción gigante.
No es ir disfrazados a una playa a hacer poses raras.
Y no, no es para “modelar”.
Es básicamente un rato para estar juntos, conocernos, y sacarse el miedo a la cámara antes de la boda. Ustedes ven que no soy un robot, y yo veo cómo se mueven, cómo se miran, si son más de reír o de quedarse callados. Es como un ensayo sin presión.
Y no es solo una sesión de fotos: es un espacio de encuentro. Hay parejas que prefieren hacer muchas fotos, otras que quieren simplemente caminar, hablar, conectar. Y está perfecto. La preboda (al igual que la boda) es de ustedes. Lo importante es que se sientan cómodos.
Además, en casi todos mis paquetes ya está incluida. No hay que pensarlo como un “extra”, sino como parte de la experiencia. Porque sinceramente, no es lo mismo que yo aparezca el día de la boda de golpe en la habitación, cámara en mano, sin habernos visto nunca antes.
Y de paso, se llevan un montón de fotos que no tienen que ver con el vestido, el moño, ni los invitados. Son solo ustedes, tal cual son.
Lo que pasa en la preboda (y se nota el día de la boda)
Esto lo vi una y mil veces: las parejas que hacen preboda llegan mucho más relajadas a la boda.
Ya no están preocupados por “dónde pongo la mano” o “si salgo bien”. Confían. Y eso se nota.
Las fotos salen más naturales, ustedes disfrutan más, y yo puedo moverme con más libertad sabiendo que no tengo que romper el hielo desde cero.
La preboda construye vínculo, y eso vale muchísimo a la hora de hacer fotos verdaderas.
Un recuerdo que no tiene nada que ver con el vestido
Otra cosa que me gusta mucho de estas sesiones es que les queda un registro de ustedes en otro momento.
No es solo del casamiento, sino de la previa, cuando están planeando todo, ilusionados, nerviosos, soñando.
Con el tiempo, esas fotos toman otro valor.
Son parte de la historia también.
En resumen: ¿vale la pena?
Sí.
Porque rompe el hielo.
Porque los conecta.
Porque les da confianza.
Porque se van con un recuerdo más.
Y porque, para mí, contar la historia no empieza el día de la boda.
Empieza cuando nos encontramos, cuando caminamos juntos por un rato y me dejan ver quiénes son.
¿Lo charlamos?
Si están pensando en hacer la preboda y no saben bien cómo es, me escriben y lo vemos tranquilos. No es obligatorio, pero puede cambiar todo.👉 Contactame por acá
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